Ver las golondrinas emprender el vuelo, los árboles preparar las hojas vistiéndolas de ocres para formar el manto que cubrirá sendas y caminos. Manto que ocultará el tesoro de las setas que vuelven a reinar en los bosques. Vides que se preparan al letargo del sueño después de haber dado sus frutos, que se convertirán en risas, cantos y celebraciones en las mesas de invierno. Atardeceres de oro en los caminos de la mar, con el sol pintándolo todo, nubes, arena, agua y esa realidad de paz en el aire que hace volar lejos a los espíritus uniendo a las almas que se aman.
Llega la quietud, llega la calma, llega el tiempo de sentarse en el margen de un camino o en la roca junto a la mar, escuchar y dialogar con duendes y hadas. Como su comunicación es instantánea, si los escuchas te hablan de lugares fabulosos que nosotros con el cuerpo denso nunca hemos estado. Te hablan de sonidos, perfumes y sabores de bosques lejanos, de ciervos que braman buscando a su amada. Otros te hablan de seres del fondo de los mares, de estrellas surgiendo de horizontes interminables, de olas que llevan mar adentro miles de secretos confesados en la orilla de una playa.
Esto es OTOÑO, ese lugar de dicha y calma, que nos lleva al interior más recóndito de nuestros corazones.
El otoño de los sueños, el otoño que nos abre puertas a otras dimensiones y realidades, el otoño que acrecienta los amores.
Feliz otoño, les deseo a los posibles e incautos lectores/as, de estas líneas, también a todos los que no lo lean y que todos encontremos la felicidad, que la tenemos escondida en nuestros corazones.
Dejaros llevar por el giro de la Tierra y entrar en el sueño que en la primavera despertaremos para vivirlo en el verano.
Un abrazo, Vilanova i la Geltrú, día de la luna llena de libra de 2015. Por cierto a la madrugada eclipse de luna. Buen inicio.
AMARRANDO LA BARCA SOLAR.