A la luna 

Hoy vi la luna menguando 

entre nubes despeinadas 

blanca como esas nubes 

la vi solitaria y callada. 

Nadie más la miraba

porque era de mañana 

todos los ojo iban 

por las tareas cotidianas 

pero la vi tan sola 

rodeada de nubes despeinadas 

que la envolví con mi mirada. 

Por un momento creí 

que me sonreía y me miraba, 

escondiéndose ruborizada 

entre las nubes despeinadas. 

Con el corazón le dije 

siempre te miraré lunita 

aunque te envuelvan 

las nubes despeinadas. 

¿Qué sería sino del cielo 

por las mañanas? 

¿Dónde encontraría sino 

esa sonrisa enamorada?

Mis ojos y corazón 

brillan con tu luz 

también por las mañanas. 

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