La plaza de cemento duro se viste de charcos
semipenumbra de la noche escucho mis pasos.
Dejo entrar la noche para poder amarla
tal como es, sin intentar cambiarla,
oscura, fría, tímida, silenciosa, misteriosa.
Amo la noche que disuelve mis sombras
al amarla intensamente, brotan los sueños
trayendo como las olas nuevas mañanas.
La lluvia en la dura plaza trae paz a mi alma,
mientras escucho mis pasos sobre los charcos.