Mañana en el bosque

Hoy pasé la mañana en el bosque. Caminé lento por los senderos escuchando mis pasos. Intentaba adivinar el nombre de los pájaros por sus cantos.  Más claro estaba el alboroto de las ardillas entre las ramas altas.

El tiempo se diluía en el bosque como azúcar en el agua. Dejaba el aire dulce, acogedor envolvente, con perfume a pino, olivos, algarrobas madurando, tomillos, romeros y escondidos oréganos.

Sentado en algún margen miraba los líquenes que decoraban las desordenadas piedras o los que engalanaban los troncos de olivos y pinos.

Formidables seres que están en el planeta casi desde el inicio de la creación. Seguro que guardan el secreto de la vida eterna. Porque ellos son vida, constante, continua, memoria activa de la Tierra.

El bosque me invita a que disuelva mi alma en el verde como mis pasos en la hojarasca. Puedes escuchar el andar de las hormigas entre las ramas. Señal de que el bosque te abraza igual que una madre llena de amor abraza a su hijo que viene a visitarla.

Me encanta visitar el bosque porque nos fundimos en el abrazo y te susurra al corazón que tú eres un milagro.IMG_4160.JPGburbuja.JPGIMG_4157.JPG

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.