Paredes, muros, murallas, dividen, separan, comunican, llevan a…, impiden o protegen.
Pero todas estas «estructuras», tienen puntos de comunicación «dentro – fuera»: las puerta y las ventanas.
Por eso el «Arte Románico» tiene un atractivo especial. En las fotos vemos la iglesia románica de Sant Miquel d’Olèrdola, construida en el siglo IX, Alta Edad Media (siglos V al XII), frontera Sur del Comtat de Barcelona, la Marca más allá los Reinos de Taifas…
Iglesia con una maravillosa acústica donde las voces se mezclan con las nubes y el aire.
Ventanas pequeñas que dejan entrar la justa luz, sólo la suficiente para mantener en el interior el ambiente de recogimiento y protección.
«Ventana de iglesia románica
poca luz dejas entrar
lates como un corazón
siempre a oscuras en el cuerpo
haciendo vibrar la vida.
Al mirar desde dentro del corazón
el mundo entra,
un coro de ángeles que cantan
deja entrar en paz
mares, ríos, montañas, valles
nubes, lunas y cielos estrellados.
Ahí estáis pequeñas ventanas
entrecerrados ojos
con que el corazón pueda mirar.»
Cuando miras por una de estas ventanas o la puerta, la sensación de que no hay tiempo lineal te abstrae, te absorbe. Si miras bien y escuchas, el viento te susurrará mil historias superpuestas en los siglos, ¿ tal vez has traspasado la frontera de algún mundo paralelo?