Las nubes cansadas de tanta noche,
al sol quieren amar.
Más su luz intensa y apasionada,
Entre su etérico cuerpo se suele escapar.
En un suspiro el sol les dijo,
mañana volveré a estar,
pero vosotras algodones del aire,
los vientos os pueden llevar.
Si me queréis amar, dejar que mis rayos os toquen,
que es como yo os puedo amar,
llenando vuestros algodonosos cuerpos,
de luz y colores sin igual.