Quisiera ser el viento
para acariciar la mar,
y erizarla en mil olas.
Quisiera ser el viento
para cantar con los pájaros
atravesar bosques,
selvas y dehesas.
Quisiera ser el viento
para expandir perfumes,
de jazmines y tierra mojada.
Quisiera ser el viento
para llevar palabras.
Palabras de amor,
hacer que se enreden
en cabelleras enamoradas
igual que rayos de sol
en mares verdes de trigo.
Quisiera ser el viento
que empuja las velas
y hace volar la cometa,
despertando las sonrisas
del marinero en su nave
y la del niño en su cometa
al verla bailar bien alta
en las alas invisibles del viento.