Quiero agradecer profundamente a todos los amigos con los que compartimos la presentación del libro «Poesía de los mundos».
A los que estuvieron en Casa del Uruguay en Barcelona y en el Centre Cívic de Mar de Vilanova i la Geltrú.
También a los que por la distancia no pudieron estar en forma presencial, pero si estuvieron intensamente en alma, envolviéndonos en la cálida mar ondulada de los sentimientos de alta frecuencia.
El maravilloso comino que es la vida, se demuestra ser como un sinfonier, cómoda o cajonera. Hablamos de esos muebles tan prácticos de múltiples cajones.
Son muebles en los que la diversidad de cosas que guarda cada cajoncito es enorme.
En unos cajones, se guardan joyas, algunas heredadas con un simple pero enorme valor sentimental. En otro, guardamos cartas, aquellas que solíamos recibir de las lejanías. Cartas que hablan de amor, de amistad, de familia, estas a veces acompañadas por alguna foto que jamás «subirá» a ninguna nube digital. Simplemente se irá «amarilleando» igual que los protagonistas. Alguno de estos cajones, los usamos para guardar documentos, partidas de nacimiento, titulaciones… tal vez el pasaporte, sobre todo las almas peregrinas. En algún cajón, guardamos esa prenda de ropa especial, la que usamos para los grandes acontecimientos, doblada y bien planchada, ese cajón que cuando lo abres huele a la pastilla de jabón perfumado que se puso con amor para que la ropa estuviera con agradable olor, o el olor al saquito relleno con flores de lavanda que lo perfuma todo por años.
Como un mueble de estos es la vida. Todos tenemos nuestra cómoda. En sus cajones vamos guardando y poniendo los distintos «presentes» en que vivimos. Nunca abrimos todos los cajones a la vez, si abrimos uno los otros están cerrados para cuando llegue el momento de abrirlos.
Así fue que en las presentaciones de «Poesías de los Mundos», tanto en Barcelona como en Vilanova i la Geltrú, abrimos el cajoncito que guarda los momentos de paz, tranquilidad y alegría.
La paz, la tranquilidad y la alegría, la podemos sintetizar en felicidad. El encuentro con amigos y la charla compartida, nos llevó a disfrutar al máximo del contenido de «ese cajoncito».
Les agradezco el momento compartido y los comentarios sobre las poesías que me fueron haciendo cuando nos hemos ido encontrando o por mensajes.
Les informo, con alegría por mi parte que la 1ª edición está agotada (ja ja ja, eran 50 ejemplares). Por ahora no está prevista una 2ª edición, aunque al estar guardada en uno de los cajones de mi cómoda, tal vez se abra algún día.
Una vez más, gracias y sepan que los guardo a todos en mi cajoncito de amistad y amor fraterno. Espero y se que estamos también en el cajoncito de ustedes. Los que tienen el libro, lo pueden poner sobre la mesita de noche, por si se despiertan de madrugada y les cuesta dormir. Tal vez la luna, el sol, la montaña o los seres que habitan esos mundos les ayuden a conciliar el sueño.
Un abrazo grande,
Fernando en el día de la Luna Nueva de mayo o de Géminis.