Los pájaros esperan el atardecer
estáticos en las ramas desnudas,
la tarde rueda lenta, sin prisas.
La mar prepara su cuenco húmedo
para guardar al sol en un lecho de nubes.
La soledad del muelle se llena
salitre, sol, rumor a mar.
En esa calma fría, acogedora y húmeda
se puede soñar.
Soñar mil cosas, o sólo…
las que tu alma quiera crear.
Respirar el aire frío de la Candelaria
junto a la mar,
es estar con tu amada,
acariciar horizontes lejanos,
temblorosos de sol y mar.
Caminos de luz en el agua
deja tus sueños y tu alma volar.
Candelaria, bella imagen para acabar la semana evocando mundos reales. Gracias.
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