Vista que se pierde en el verde de olivos y viñas
amarillos de campos segados y retamas,
robles, encinas, borrajas y malvas
se mezclan con trinos, zumbidos y murmullos de alas,
perfume dulce e intenso de las amarillas retamas
aire tibio poniendo música de sonajas
a las hojas de encinas y robles, oboes son los pinos,
pero cuando el aire calma, surge misterioso
el perfume de las hadas, discreto y suave
en flores de vides, que a los insectos llaman.
A la vista llegan centenarias chimeneas apagadas
campanarios de ermitas, siempre esperando una plegaria,
sintiendo la mañana, ves, escuchas y hueles como pasa lenta,
rodando al mediodía del alma.
En un rincón del Gran Penedès, el día de la Luna Llena de mayo de 2018.