Tardes para mirar la mar, ver el sol ponerse, caminar, perder el tiempo y no quererlo encontrar, son placeres que regalan las tardes.
Todo es muy sencillo cuando ves al sol detrás de un tamariz desnudo. El reguero de luz caminando la mar. Los peces comiendo fuera del agua. Las algas a través de las aguas claras. El mundo que existe en el fondo de la mar. Las palabras no escritas volando con las gaviotas, mar adentro, rumbo al sol.
La musa que el poeta piensa escondida en la luz del sol.