La mar y el cielo lo quieren tocar.
La luz hincha las velas.
Surcando rayos de luz,
¿a dónde quieres llegar?
Un buen puerto te espera,
donde marinos incrédulos,
dirán que no puedes volar.
Pero tú, el cielo y la mar,
sabrán que la luz empujó tus velas
surcar el aire, navegar y volar,
que la luz hizo parecer la mar.