SINFONÍA DE INVIERNO

El invierno desnuda la tarde,

ella, vestida de gris inquietante.

El aliento del invierno

asola las calles,

tiemblan las ramas sin hojas,

eriza la piel de la tarde.

Con su vestido gris, la tarde,

siente las manos frías

del invierno acariciándola.

Se abrazarán los dos

el invierno y la tarde,

serán uno por las calles.

Luego cuando llegue la noche

y no los vea nadie

se amarán locamente 

en una cama de hojas secas

mullida y confortable

que el viento ha hecho

mientras corría a lo loco,

asolando las calles.

Quiero sentirte en la tarde.

Quiero sentirte en la tarde

cuando la mar acuna al sol.

Ver tu sonrisa radiante,

serena, llena de amor.

Ver tu pelo vestido de luz,

dorado, rojizo, amarillo,

trigal madurando al sol.

Ver la sonrisa en tus labios,

segura, tranquila, alegre,

atardecer de mar y sol.

Es tu mirada de amor,

la que enciende la tarde

llenándola de paz y color.

Por eso me gusta sentirte 

cuando la mar acuna el sol,

todo se vuelven dorado,

todo se viste de amor,

los sonidos son susurros,

olas llegando a playa 

aves volando al sol

palabras dichas al oído,

palabras de amor.

Miradas volando lejos,

sobre la mar, rumbo al sol.

Por eso quiero sentirte,

en la tarde, mirando el sol.