Poemas de la niebla.

Me gusta tanto la niebla porque sabe jugar con las cosas que creemos «reales». Nos las oculta, nos hace ver formas parciales, llena de misterio las cosas. Nos inspira una poesía, nos demuestra que sólo con el corazón podemos ver las formas.

Pondremos un poema de una tarde de niebla junto con unas fotos de la Iglesia de Mar de Vilanova i la Geltrú. En el fondo surgiendo de la niebla una de las grúas del puerto.

 

Siento caer la tarde

sumergida en la niebla

el sol se esconde

en el difuso horizonte

intenta pintar de rosa

ingenuas nubes grisosas.

Veo envueltas en brumas de mar,

una sonrisa, una mirada

que me acarician el alma,

escondiéndose en la niebla.

Mañana de primavera

En el aire brilla el espíritu del sol,

nace en las tiernas hojas de la viña,

zumba en los insectos que van a la flor.

Antiguas masías brillan al sol,

oliendo romeros y tomillos en flor.

La glorieta se mira en el charco y la mar.

La estupa envía sus rayos de Paz,

a la montaña, las flores, las viñas

a todos los seres que detienen su andar.

Sólo respirar el aire que brilla necesitas

para encontrar la Alegría y la Paz.

 

Paseo de primavera por el Massís del Garraf.  Las fotos son de Can Camps y la antigua Can Domenech hoy habitada por monjes budistas de Sakya Tashi Ling, con la estupa consagrada a la Paz. Siempre surgiendo entre los valles del massís, la hermosa mar Mediterrània.

 

POESÍA

Palabra de origen griego, «creación», «dar a luz».

Es el momento en que un sentimiento, una sensación, un paisaje, un instante es captado y atrapado en palabras. Empaquetar sentimientos y momentos con palabras. Estas cuando sean leídas, se abrirán como una flor en primavera y harán sentir al lector los sentimientos y sensaciones que encierran las palabras como dulce perfume en una noche de verano.

FELIZ DÍA DE LA POESÍA.

La mar llena de luz, brilla

esculpe con amor las rocas.

En verdes y azules turquesa

dibuja los fondos marinos.

La luz está en el aire

inundándolo todo.

La mar respira luz

brillando como un espejo.

Alargándose la tarde

El sol estira la tarde llena de luz

camina al equinoccio mirando primavera.

La mar es un lienzo acabado de pintar

con pinceles de luz mojados en salitre,

la mar calma, estirada, se deja acaricia

por el sol, las nubes y la barca al navegar.

Segundos de eternidad

que se graban en el alma,

ojos que miran con el corazón palpitante

fundiéndose en el instante.

Mira el cielo, mira el sol y la mar

crea tu eterno momento de paz.

La niebla y la mar. 

La mar fría y calma 

se desvanece en vapores 

borra el horizonte 

abraza árboles desnudos 

esconde la ciudad. 

La niebla poblada de sueños 

se llena con la luz del sol 

de la paz silenciosa 

envolvente y amorosa 

con la que la mar nos regaló. 

El charco

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El charco calmo y tendido en medio del camino que lleva al monte,

le regala a la Tierra cielos, nubes y ramas.

Espejos de agua donde se peinan la nubes con hojas de olivo.

Me gustan los charcos porque en ellos puedo acariciar la nubes.

Si te metes dentro, rompes la imagen

pero al salir se recompone terca y porfiada

con pegamento de luz, el mismo que une todas las cosas.

Es lo que nos hace pensar en las hadas,

escuchar susurros que llegan cuando el viento acaricia las ramas.

 

Luna semilla y la ciudad dormida.

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En línea cual flecha celestial

están Urano, la Luna, Marte y Venus.

La flecha apunta al ocaso solar,

dejando atrás el azul instante del cielo.

La ciudad y sus luces de neón,

miran con asombro la flecha celeste

deshaciéndose en polvo de estrellas.

Miles de hilos de plata

siembran la ciudad de sueños.

Sueños de alegría y de calma,

sueños que sólo la Paz

tejerá con sus hilos de plata.

Sueños que son polvo de estrellas.

 

Perfume de sol 

Los rayos del sol 

pintan de amarillo 

los pétalos. 

Dentro del lirio 

la luz se transforma 

en perfume de flor. 

Pronto acudirá la abeja 

a llenarse de sol.