He visto la luna escurrirse por las fachadas de edificios casi dormidos, intentando escapar de las luces de la calle.
Luz fría y blanca derramándose por las fachadas. Se escapa entre los barrotes de hierro de balcones que no pueden atraparla.
¿Luna o fuente inagotable de luz lechosa, plateada? Viertes tu luz como una cascada sobre las fachadas, cuando están envueltas de noche, sólo son siluetas negras que tu luz resalta.
Miro los edificios llenos de sueño y ganas de ser bañados de luz lechosa y blanca.
Conviertes las cortantes aristas de algunas fachadas en veloces rampas de bajada. Así, tu líquida luz llega a las calles para iluminar de sueños a seres adormilados.
Hay fachadas llenas de curvas y líneas onduladas. Son como una mujer deseada saliendo de su baño de leche tal y como hacía la reina Cleopatra.
Luz de luna escurriéndose por las fachadas, pasión y misterio de piel erizada. Haces sentir y ver cosas que las sombras esconden y guardan.
Luz líquida, amorosa, sigilosa, lechosa y brillante, en un cántaro de plata. La ninfa de las estrellas, en sus manos suaves sostiene el cántaro que es la luna. Con una radiante sonrisa vierte sobre las calles, sobre las fachadas y los caminantes cansados su luz líquida lechosa y brillante.
Si te baña el agua de luna podrás soñar con los ojos abiertos o con los ojos cerrados, sólo hay que dejar que te lleven sus aguas.
Secretos de luz de luna escurriéndose sobre las fachadas.


