Abro las ventanas de mis ojos
dejo entrar la inmensa mar.
Hoy entras calma y mansa,
espejo gris lleno de humedad,
viajeras nubes dejas peinar.
El sol en tu superficie
dos veces puede brillar,
espejo gris lleno de humedad,
¿qué escondes en tu profundidad?
Me imagino volar los peces,
con sirenas jugar.
Guardiana de mil naufragios
llena de almas estás.
Por las ventanas de mis ojos
en mi alma estás
oigo tu rumores de espuma y sal.
Tu mirada enamorada
mi alma puede tocar.
Para los marinos, eres la mar.
Igual que madre amorosa y severa
a tus hijos alimento nos das.
Espejo que reflejas las lunas llenas
los ojos de mi amada me haces llegar,
saboreo tus labios tiernos,
espuma de ola y sal.
Siempre eres camino
por donde partir o llegar.
Acaricio tus suaves caderas,
olas que a la playa van,
entro en tus misteriosas cuevas
de algas que el cielo hacen tocar.
Entonces me fundo contigo,
juntos nos ponemos a nadar,
¿nadar o volar?
sólo recorremos mundos
que el amor sabe crear.
Compañera, amante, espejo de luna y sol,
llena de secretos estás
que en tu profunda alma sabes guardar.
Por eso mi alma te ama con firme pasión,
como sólo lo hacen los hijos de la mar.
Escrito viajando en un tren de Vilanova i la Geltrú a Barcelona mientras atravesábamos los túneles del Massis del Garraf con la mar junto a nosotros.