TU MIRADA EN EL VIENTO

Creo que me gusta el viento porque acerca cosas lejanas. Por ejemplo una mirada.

¿Qué esconde el viento en sus invisibles alas?

Sólo veo mecer de ramas, arena rodando por la playa, olas encrespadas o en remansos de agua, ondas, que los hacen parecer calles empedradas. Cometas de papel y cañas pintando cielos, sujetas por hilos en infantiles manos.

Viento frío que vienes de lejos. De vastas llanuras heladas o de montañas nevadas.

Las nubes viajan rápidas, parecen muy livianas.

Por eso, creo, me gusta mirar el viento, porque me acerca tu mirada.

Aquella que salió de tus ojos en una noche lejana o ¿en un amanecer de rojos, amarillos y naranjas?

Mirada maravillada, mirada de luz que viaja eternamente, como la luz de cualquier estrella solitaria.

En el viento nuestras miradas se encuentran, se aman. Juntas viajan a lugares magníficos, llenos de olas, montañas, praderas heladas, arenas volando por dunas lejanas.

Dame la mano, perdón, unamos nuestras miradas. Viajemos con el viento, susurrémonos palabras.

Marismas y la mar

Amanecer en la marisma de Ribes Roges el 21 de diciembre, último día del año astronómico ya que mañana 22 se produce el Solsticio de Invierno en el hemisferio Norte y comenzamos el «viaje hacia la luz».

Había un intenso temporal de Garbí que agitaba la mar provocando un oleaje continuo de rugido intimidatorio.

La vida en forma de garzas, patos, caderneras, estorninos, gaviotas y cormoranes se refugiaba en los remansos de agua de la marisma, protegidos por la vegetación y alimentados generosamente por ella.

La niebla y la lluvia le daban el toque imprescindible para despedir el otoño y vivir el día más corto del año rumbo al invierno.

Mañana vuelve la luz, deja de retroceder para comenzar su ascenso imparable hasta estallar en vida en la próxima primavera.

Un buen día el de hoy, para hacer balance del año, comprobar si conseguimos los objetivos planeados o qué nos faltó para conseguirlos. Encendemos las luces del árbol para decirle que no tenga miedo a las sombras, que la luz ya viene y pronto renacerán sus ramas hojas, flores y frutos

Esperamos la luz con la confianza que la madre Tierra nos soportará y nos alimentará igual que lo hace con las aves de la marisma de Ribes Roges. El próximo año que empieza mañana, no nos faltará de nada, todo lo que pensemos con el corazón la madre Tierra nos lo dará llena de alegría como lo hacen todas las madres.

Un feliz Solsticio de Invierno a todos y que nuestros pensamientos y sentimientos sean de alegría, dicha y prosperidad. Encendamos el árbol de nuestros corazones y a disfrutar del viaje intergaláctico con nuestra Madre Tierra y nuestro padre Sol por el inabastable Universo.

 

Una tarde de otoño

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Volar, caminar, navegar por la tarde otoño entre la mar y la marisma es un placer a los sentidos.IMG_5791

Desenvolver el aire frío y zambullirte con los patos en las aguas calmas de la riera. Ver mecerse los gorriones en las hierbas altas buscando el grano de comida. Sentir el viento en la cara, el sol tintando las nubes. El color azul oscuro de la mar con frío. El tiempo detenido en ese instante.

Para entrar en la tarde de otoño entre el mar y la marisma hay que recorrer un túnel curvo de luz dorada con caminos que convergen en la playa.IMG_5800

Respira, siente el olor a agua salada. Siente en tu cara el viento y escucha los susurros de amor que lleva en las alas.

Deja tu corazón en calma, déjalo que sea uno con la marisma, la mar, el sol y el viento que llevará tus pensamientos a donde quieras que vayan.

Impresiones de un atardecer de otoño con la luna entrando a menguante.

 

Oasis de la marisma

Las tardes junto a la mar y las marismas sin duda tienen algo especial. Tal vez sea la percepción de que el sol se va poniendo muy lento. Puedes sentir la Tierra girar. O tal vez por el lento caminar de los transeúntes del parque. También el nadar lento de los patos en el agua de la marisma y los pequeñitos escondiéndose entre las hierbas con su protectora madre.

Creo que lo especial de estas tardes es que se puede sintonizar los corazones con el micro universo que ves. Es parar el cronómetro. Es convertirte en el mismísimo tiempo. Es ser las aguas, el viento, el sol. Es ser todas las cosas.

Es el momento en donde en el abrazo se mezclan los latidos de corazones, haciendo interminable, largo, inmenso, infinito el beso apasionado. Bocas que sonríen, miradas que penetran, labios que se besan.

Los bancos del parque te invitan al silencio. Si te sientas te transportan a otro tiempo o… mejor dicho te sacan del tiempo.

Así las tardes junto a la mar y las marismas en el parque tienen la puerta misteriosa que cuando la traspasas todo queda blando, tibio, lento. Todo a ritmo de corazón latiendo feliz y contento.

Me dejo abrazar por la tarde, acariciar por el viento, llenar mis ojos de mar, de nubes, de patos nadando lento mientras agradezco al banco que me halla transportado fuera del tiempo.

 

Vilanova i la Geltrú en luna cuarto menguante del primer día de mayo de 2019.

Luna negra sol rojo.

Hoy en el cielo no brillará la luna. Luna Nueva o luna negra. Será una noche larga oscura fría y húmeda que hará temblar a las estrellas.

Por eso fuimos a las marismas que están junto a la mar para despedir al sol y guardar en las retinas y el corazón su luz de otoño tibia y roja convirtiendo el cielo en arteria.

Estas tardes son como si pasearas por un cuadro que un gigantesco pintor está pintando.

Eres una pincelada más en el abanico de formas y colores. Tal vez por eso puedes ser la vela o la gaviota; la mar o el cielo; el sol o el niño que juega en la arena.

Un cuadro con movimientos lentos, lleno de voces y risas lejanas. Un instante de eternidad que percibes del aire susurros que te hacen cosquillas en las orejas. Te dicen palabras de amor y calma que creo hacen el sol más rojo y la mar más en calma.

Después que se vaya el sol a dormir en su lecho húmedo de agua, vendrá la noche y me iré a una cabaña. Encenderé el fuego para no olvidar al sol y dormiré mirando estrellas, soñando y tal vez mañana volver a ser pincelada de otro cuadro.

Las fotos son de hoy 18 de noviembre de 2017 entre las 17.00 y las 18.00 horas, después la noche nos envolvió con su sábana de estrellas.